¡Pero qué miércoles! 🤐

 Exclamé dicha frase, hoy, ayer, anteayer, todos los malditos días... 

¿Y qué si las noches son frías? A mí me gustan, no me asustan, ni me generan pánico. Lo que me genera ansiedad, es seguir despertando en esta ciudad (ciudad mental), donde vivo, como y duermo...

Estoy cargado de tareas desde el 2016 que empecé a llorar con ganas, y me desahogaba, y me levantaba más contento... Y en mi propio cuento, yo salvaba almas compañeras...

No hablemos de eso, hablemos de lo que vi hoy. Hoy vi una rata trepando por las paredes de una casa que no es mía, pero que los ojos que llevo puestos, que tampoco son míos, sino de quien me haya creado, y se aturdieron. ¡Sí! Ese sentimiento clave (aturdimiento) en esto que debo llamar «mi vida».

Me sentí asqueado con el animal, pero luego entendí que se crió mal, y que lo que estaba ejecutando era producto de su bisoñez, estupidez y demás falta de enseñanzas bonachonas... 

Hoy almorcé pensamientos que me ahogaban, me atragantaban, pero a los que logré quitar el nudo de fideos con mantequilla, resbalosa, como las pundonorosas manos de mi hermana que los preparó (fideos)...

Ya no creo en el dormir dos horas por las tardes. Dije sólo ya no creo. 

Si me durmiera eternamente, me asustaría, porque dejé la plancha que tengo por mano, encendida queriendo escribir más... Además, lloraría frente al ujier de lo alto o lo bajo, de lo aliviador o sofocante, según leyendas de bocas que sólo hablan; pues habré dejado abandonado un libro que no ha salido a la venta, y que no quisiera ni venderlo, pero sí que lo leyesen. Se llama “Huidas".

Me volví a acostar sintiéndome agradecido por respirar por los forámenes que tengo en mi nariz que no ignora mi cerebro, y a aveces me estorba.

¡Ojo que siempre tomo la escoba! Y limpio el piso por donde piso, y limpio los corpúsculos, de sillas y cama, pues allí hogazaneo cuando puedo y nadie me mira. 

El resto del tiempo estoy cavilando sobre personas, animales y cosas; hasta que llega la noche y me entusiasmo con construir una casa encima de las nubes. Es que este deseo me ha venido hoy a mi odisea mental escondida, los otros días no pude...

 

El Poetólogo