“Remembranza”

 

Cerré los ojos a las 2 de la madrugada, una no tan abrigada,

cerré las ventanas, pero la puerta entreabierta, me decía que demorabas...

Mientras caminaba hacia la cocina recordaba, tu mirada,

la platera vacía, y unas galletas un poco abrasadas.


Desperté nuevamente, y aún oscurecido seguía el entorno,

la mesa sin mantel, pero el florero aún de adorno.

La foto entre el cuaderno, y allí tu rostro sempiterno, embellecido.

Yo seguiría intacto si no hubieses «fallecido».


Le hago cumplidos al cielo, diciéndole que a él te asemejas;

y la historias que me contabas, ahora son todas moralejas.

Y así mientras más te pienso, más te valorizo, 

perdón, no contaba que te irías pronto con el que nos hizo.


El jolgorio en mi mente ya no hubo más, sonrío pero sólo de repente;

fuiste incondicional como la luz solar, y en la nada sigues vigente.

Luego de que encuentre solidez, te buscaré otra vez; 

pero esta vez, como canicas que buscaba en mi niñez.


Cuesta talar un roble, y así de noble mi corazón exhibo

con denuedo, pues me enredo entre las letras que te escribo.

Mirando a la ventana, pienso en el ayer, nunca en el hoy ni en el mañana

hablando con las paredes, pidiendo que te quedes, pero lejana.



El Poetólogo




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