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Mostrando entradas de mayo, 2025

«Al borde»

Se me aguan los ojos, y las lágrimas, me los resecan mis manos, al cuchillo pecan y mis dedos: sangrientos, rojos. Estoy disparatado, como idea absurda se me olvidaron mis derechos tengo ahora, dos palmas zurdas. ¿Qué es la paz? No la percibo sólo sé sobre disturbios Más sé sobre el lenguaje sucio que de soluciones a largo plazo. Ya sin el pan bajo el brazo ni la pulcritud de llamarse "noble" Escojo mis inseguridades por sobre mis inquietudes del “¿Hacia dónde vamos? ¡Hacia dónde!” Mi voz es cementerio de fábulas y confabula con mi mente extremadamente intensa Interrogo a mis propios desahogos, prescindiendo de la redención en una cápsula Las ventanas consagran el aire enviciado y se desgarra la fe de los acontecidos todo es denso, hasta mi respirar acentuado y mi alma afable todavía se esconde. Se escucha en el vacío cuanto silbido y me recuesto sobre un prado de piedras, y las pisadas previas fungen de hierbas y los testigos no son ya ni una prueba... Camino por la andana d...

No debimos crecer

  En el pasado creo que naceré, ¡Qué injusto! hubiera sido mejor encarnarme junto con la Tierra misma Hubiera sido mejor vaciar mi conocimiento ese mismo día y así adorar el alba, y los cielos despejados Mirándome al espejo a veces no distingo de entre mi cuerpo estrujado y mi cerebro robusto; parece una obra de arte el saludo que hace en el infinito el silencio casi pulcro de mis pensamientos cuando no pienso Soy sincerísimo cuando exclamo, que no puedo ajustar los tornillos a mis palabras obscenas ando siempre en modo «algarabía» llorando, como si nunca yo me hubiese muerto Tengo los ojos asfixiados de tanto desparpajo mis manos siempre llenas de consejos  Toda mi aura es de un terrenal sin un sólo contexto y siempre quiero volver al polvo Echo de menos los cansancios de aquellos calurosos inviernos y mi voz se hace torcida mientras duermo, todo, culpa de la poca presencia de la luna llena El sendero se hizo agua... como mis pupilas al llanto casi eterno vi correr a los arbu...

“Aún duro”

Un idioma difícil de hablarlo, así es este sentimiento. Espeso, duro, denso; como un corazón hecho de cemento. Que incluso cuando te pienso, no es más que hacerse lamento. Que incluso cuando intento ignorarte, que todo está bien, aparento. Tengo el alma reseca, como mis labios que ya ni balbucean tu nombre. Me mantengo en una gresca, donde lo inexplicable me azora.  Resecas hasta las lágrimas, pues qué importa, y sí, soy un hombre. Busco consuelo en el amenizamiento; y aunque viaje mil veces al pasado, sigo en el ahora. Este clima es fustigante, empero ni tu presencia haría calor; Y aun en este futuro intrigante, tu regreso me parece algo desalentador. Las cartas en papel arrugado, en el cajón con el candado oxidado; y el viento soplándome las mejillas, como si nada hubiera pasado... Tengo los dientes repitiendo apelativos, para mantener vivos los lapsos; y aunque los lazos ya se despedazaron, sigo caminando sin dar un solo paso. Solo en el silencio he encontrado consuelo, y, en el...