La mía FE
Tengo una fe "ciega", esa misma que mueve montañas
esa que me hace lograr hazañas;
una a la que a veces sin merecerlo, mucho me entrega...
Una fe "volcánica", que brota cuando otros, sin conocerla, la niegan.
Una fe enfática, en el amor y el agradecimiento por las cosas buenas,
porque, aunque lo bueno tarda, siempre llega.
Una que sacude mis pensamientos y los apacigua,
esa misma que, los golpes al alma, amortigua...
Una que ahuyenta a los estrujosos,
como la despedida a los salvajes, algo hermoso.
Y es así, que el tramo se me hace menos lleno de agobio,
y yo, siempre sobrio, reconozco la magnanimidad al Solemne.
y no importa si las aflicciones son perennes,
pues, la prosperidad es el mismo aire que respiro,
y la impertinencia de los iletrados, y a ellos mismos los parodio.
Tengo esa fe, que viaja por todos mis sentidos,
con la que puedo casi hasta tocar el firmamento;
es que sin ella no estoy completo, es mi complemento.
Es que ella es un escudo, que ni la mayor de las tormentas conmigo pudo
Y ni el mayor resquemor contra ella ha podido.
Me acompaña en los momentos de lobreguez,
y a la estupidez, la deja esbozando nimiedades.
Ojalá ser uno sólo con ella, para abatir al autoproclamado.
Y con mis brazos extendidos, triunfante, dejo las desventuras como al desvalijado.
Una fe que siempre se transforma, pero que nunca me deja inconforme,
que me pulimenta la coraza, y abrillanta mis albas
Esta fe es más que enorme, que no importan las contingencias, hasta en las turbulencias siempre me salva...
El Poetólogo

Comentarios
Publicar un comentario