“Amar a alguien después de muerto”
✒ Las rosas se marchitaron, y se marcharon el aroma de tu presencia junto con la cantiga de los pájaros; me visto de negro por dentro, y me sacudo el lagrimeo, y el polvo que se mezcla con ácaros. Todo parece normal hasta que suena el silbato alertando del incendio, el conato, un hecho que suena bárbaro. Me perdí entre el recreo de las pesadumbres; y entre pensamientos diminutos que por minutos parecen una furibunda muchedumbre. Opté por dejar de escuchar a los muros de contención que simulaban prestarme atención, sólo quedan la soga, el balcón y los fármacos... Quiero viajar recostado en el desahogo para este cuello asfixiado, gritando que te sigo idolatrando. La estupidez más grande que he cometido, quizás haber nacido, quizás no arrancar la página del cuaderno de las mil historias que voy narrando. Te pareces a las olas del mar cuando se van alejando, la cara de quien un día me amara, que yace en un brazo como tatuaje. Las hojas con gotas, la tinta que se difumina, eso resume ...